sábado, 6 de agosto de 2011

"Three weeks in Athena" Cap 7





Miley se puso nerviosa su nueva camisa de seda gris. Habitualmente, ella no habría elegido algo así pero, tras la llamada de atención del día anterior, no le había quedado más remedio que comprarse el tipo de uniforme que alguien como Nick Jonas esperaría.
Exhaló dando gracias. Al menos había tenido ropa para cambiarse. No podría haberse presentado ante él empapada como había llegado.
Terminó de abrocharse la camisa apresuradamente y escuchó atenta por si se abría la puerta del despacho. Él estaba a punto de llegar, era más puntual que todos los jefes que había conocido. Seguro que por eso el corazón le latía con tanta fuerza, por el temor a que la encontrara de aquella guisa. Se cepilló el pelo aún húmedo y se lo recogió en un moño. Era lo mejor que podía hacer.
Se puso unos zapatos planos, luego sus gafas, recogió la ropa empapada y, al elevar la vista, se quedó sin aliento. En la rendija de la puerta entreabierta se encontraba su jefe mirándola embobado.
Cuanto tiempo llevaba él allí?, se preguntó Miley llena de ira, vergüenza y algo mucho más inquietante.
Para auto protegerse, se negaba a creer que él la hubiera visto vistiéndose con la gracia de un elefante. Él no se movía. Parecía conmocionado. La mortificación se apoderó de ella. Logró moverse y abrió la puerta de par en par.
–El aguacero me ha empapado. Estaba cambiándome de ropa –musitó para llenar el incómodo silencio.
Pasó junto a Nick, quien se giró y la siguió con la mirada conforme ella se ponía a salvo tras su escritorio sin comprender por qué necesitaba sentirse a salvo.
Cuando reunió el coraje para mirarlo, advirtió que el cabello de él también estaba mojado y su traje levemente húmedo. Lo miró a los ojos y, en un instante, sucedió entre ellos algo eléctrico y ancestral y Miley supo que él la había visto vestirse. Rehuyó la incómoda sensación de alerta en su interior.
–Parece que a ti también te ha sorprendido. ¿Quieres cambiarte antes de marcharnos? –balbuceó–. He avisado a Big Rob para que traiga el coche dentro de quince minutos.
Nick, aparentemente sin importarle la reunión ni su ropa húmeda, se apoyó en el quicio de la puerta y se cruzó de brazos. Recorrió a Miley con la mirada de arriba a abajo y ella se encogió, dudando de si se habría dejado alguna etiqueta puesta. Se contuvo para no comprobarlo.
– ¿Ayer llevabas esa falda a propósito, consciente de lo provocativa que era?
Una mezcla de conmoción, incredulidad y horror invadió a Miley.
–Por supuesto que no. Nunca sería tan...
Le fallaron las palabras y cerró la boca, impotente.
Nick la vio erguirse con el orgullo herido, sorprendida. Sintió el absurdo impulso de disculparse, pero no podía evitar recordar cómo sus muslos habían parecido luchar por liberarse de la falda. Se imaginó subiéndosela mientras ella se apoyaba de espaldas a él y él la inclinaba sobre el escritorio, deslizando la mano hasta subirle aún más la falda y él sacar su... ¿Qué demonios le ocurría?, se reprochó. Su mente no solía generar fantasías sexuales tan explícitas con tan poca provocación.
Se separó de la puerta bruscamente y, con sequedad, recordó a Miley que tuviera preparados todos los papeles para la reunión. Luego entró en el vestuario e inspiró hondo, intentando recuperar el sentido común. En lugar de eso, un aroma femenino de lo más evocador le hizo revivir los últimos momentos, disparándole de nuevo la libido.
Gruñendo de irritación, sacó una camisa limpia de su armario y se dio una ducha fría. No le ayudó mucho.


Miley dio un respingo y se concentró en la pantalla de su ordenador. Nick acababa de colgar el teléfono malhumorado tras contestar una llamada de su hermanastro desde Atenas. Llevaba dos semanas de un humor terrible. Desde aquella mañana y la mención a su falda. ¡Él creía que se la había puesto a propósito! Desde entonces la trataba con sequedad y apenas la miraba.
Miley no dejaba de repetirse que aquélla era una relación laboral habitual. Él era famoso por su trato brusco y serio. ¿Qué esperaba ella, que fuera cálido y amoroso? Se removió inquieta en su asiento. Lo cierto era que le excitaba enormemente, sobre todo cuando se hallaba cerca.


4 comentarios:

  1. hola soy nueva lectora y me encanta tu nove no dejes de subir!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. wow wow ese nick sigon hehe picaroo me encanta la nove sube prontico esta super las noves en su punto jaja ok ya cuidate bye

    ResponderEliminar
  3. ooooo me encanto , me enamore , me fascino la trama de la novela te lo suplico no te lo ruego de rodillas sube un nuevo capítulos *_*

    ResponderEliminar

SI TE GUSTO MI CAPI ME DEJAS UN LINDO COMENTARIO!!! GRACIAS... BESITOS♥♥ VUELVE PRONTITO!!!♥