Encontró
fuerzas para ponerse en pie de nuevo. Siempre había sabido qué tipo de hombre
era él, aunque en las últimas semanas se había permitido olvidarlo.
Él le tendió
una mano, pero ella se parapetó tras una silla.
– Miley...
–¡No! No
quiero oírlo. Sé que se ha terminado. Era la única razón por la que te
acostabas conmigo. He sido una...
Se detuvo
antes de decir «estúpida». Lo miró llena de tristeza.
–La sangre
llama... Tal vez esto sea un paso hacia una nueva relación con tu hermanastro. Liam
no sabe nada de la fusión. Ha sucedido como lo he contado. La razón por la que
no di importancia a la conversación de antes fue porque él sospechaba algo y me
preguntó al respecto. Yo no te dije nada porque me imaginé que él nunca lo
averiguaría antes de mañana y tú no necesitabas más presión.
Elevó la
barbilla.
–Pretendo
dimitir una vez que termine la rueda de prensa. No veo por qué habrías de
negarte ahora –dijo forzando una sonrisa–. Después de todo, ¿por qué ibas a
querer ver a una secretaria con la que tendrías que acostarte por negocios
todos los días?
Se marchó
apresuradamente hacia la puerta y allí se giró hacia él.
–Puedo
organizarme mi propio vuelo de vuelta mañana tras la rueda de prensa. Yo lo
preferiría y estoy segura de que tú también. Trabajaré el tiempo de preaviso si
insistes, pero preferiría recoger mis cosas de la oficina el lunes.
Dicho eso,
abrió la puerta y salió.
Nick observó
la puerta durante un largo momento. La tierra estaba moviéndose bajo sus pies.
Podría haberla detenido. Podría haberle dicho por qué se había acostado con
ella. ¿Por qué no lo había hecho?
Se sentó
pesadamente en un sofá. Por supuesto que confiaba en Miley por encima de su
propio hermano. Pero al verlos juntos... la ira le había nublado la mente.
Si Miley
hubiera sido culpable, no habría llegado a aquella conclusión. Incluso podría
haberle seducido para distraerlo. Pero ella no se le acercaba desde Paros.
¿Y quién iba
a culparla? Él la había urgido a salir de allí casi como fugitivos. Se hallaba
tan abrumado de que ella hubiera contemplado su mayor debilidad... ¡le había
visto llorar! Y no le había dado la espalda horrorizada, había reaccionado de
forma maravillosa, empática, comprensiva...
Había sido
demasiado para él. Nadie conocía esa parte suya, enterrada durante largo
tiempo. Por eso había permitido que ella creyera que la había seducido
deliberadamente. Su vida había perdido el equilibrio desde que había reparado
en ella. ¡La deseaba tanto que había subido a buscarla para hacerle el amor, no
porque sospechara que fuera una espía!
Se puso en
pie bruscamente. Tenía que regresar a la fiesta, sonreír y fingir que todo iba
bien, cuando en realidad tenía las entrañas en un puño. Miley tenía razón: se
había terminado. ¿Cómo podría evolucionar desde aquel punto? No permitiría que
ella le viera débil otra vez.
Ninguna mujer
se merecía eso.
A la mañana
siguiente, terminada la rueda de prensa, Miley evitó a los atónitos periodistas
y subió a su habitación. Sacó su maleta pequeña, ya que iba a dejar allí toda
la ropa comprada por Nick, y bajó al vestíbulo. Estaba pidiendo un taxi que la
llevara al aeropuerto cuando notó una mano familiar que la agarraba del brazo y
oyó una voz suave.
–Mi chófer
cuidará de ella, gracias –avisó Nick al concierge.
Ella se
tensó, todo su cuerpo ansiaba más que aquel breve contacto.
–No es
necesario.
Él suspiró
pesadamente.
– Miley,
acerca de anoche...
–Por favor.
No tienes que decir nada.
–Yo creo que
sí –dijo él mirándola a los ojos–. Estabas equivocada, nunca me acosté contigo
porque te creyera una espía. He malinterpretado la situación y lo siento. Pero
tienes razón... esto se ha terminado.
Miley intentó
mantener el rostro impasible, aunque se sentía como si acabara de abofetearla.
El alivio de que él sí la creyera se vio eclipsado por un profundo dolor.
–¿Y tu
hermano...?
–Ya me
encargaré de él –respondió Nick con una mueca de repugnancia–. Tú no te preocupes
de eso.
Cierto, pensó
ella débilmente: pronto dejaría de trabajar para Jonas Enterprise.
–Voy a irme a
Nueva York diez días para asegurarme de que la fusión se realiza sin problemas.
Tendrás tiempo para pensarte si a mi regreso sigues queriendo dimitir...
¿Qué otra
opción tenía?, pensó ella y asintió como entumecida. Aunque había deseado
aquello, vivirlo era más duro que cualquier otra experiencia en toda su vida.
¿Cómo había podido creer que aquello funcionaría? Nicholas Jonas nunca
admitiría tener a su alrededor a una ex amante. Y tampoco podían recuperar una
sana relación de trabajo, por más que ella lo deseara.
Miley la
acompañó a la entrada, donde le esperaba su coche.
–Quiero
agradecerte todo tu trabajo. Esta fusión no hubiera ido tan suave de no ser por
ti.
«Por favor,
no...», casi se le escapó a ella. Su aventura se reducía a aquello, unas
trilladas gracias por su trabajo y por haber hecho disfrutar al jefe entre
reunión y reunión. Antes de perder el control, cerró la puerta del coche con firmeza
y dolor.
No miró atrás
mientras el coche se alejaba, así que no vio a Nick de pie con rostro sombrío
bajo el resplandeciente sol de Atenas. Tampoco se lo habría creído.
El viernes
por la noche una semana después, Miley terminó de guardar sus cosas en una caja
y contempló el despacho vacío. Había sido mucho más fácil recoger todo sin Nick
allí, aunque se le partiera el corazón cada día que él llamaba para comprobar
cómo iba todo. Además, había delegado en ella para entrevistar a la nueva
asistente.
–Confío en ti
–le había dicho al oír sus protestas de que era demasiada responsabilidad–. Has
sido la mejor asistente que he tenido nunca.
Pero no le
había pedido que se quedara.
Sacudió la
cabeza para aclarársela y se puso el abrigo. No se había arreglado, llevaba
unos vaqueros, un jersey ancho y deportivas. Pensó en su madre con cierta
culpa. Tenía que encontrar otro trabajo pronto. Podría aguantar algunos meses,
pero después...
– Miley.
Una familiar
voz grave la encendió por dentro. Se giró tan bruscamente que se le cayó la
caja, desparramando su contenido. Apenas reparó en la presencia enorme y
amenazante de Nick en la puerta y comenzó a recoger las cosas con manos
temblorosas. Él se agachó junto a ella.
–No, por favor. Puedo
hacerlo sola.
waaaaaaaa hermosisismo please que Nick le diga que se quedee !! ahhhhhh !
ResponderEliminarsube pronto. me encanta.
cdtm y besitos :)
woooww admito q m llegoo!!! jeje hasta ganas de llorar m dieron!! pobre Miley q feo debe d sentirse.. siguela pronto pronto... si?? un beso...
ResponderEliminarY PASATE X MI BLOOOOOOOOOOGGGGG...... !!!!
BYE
Nooo x favor no la dejes ahí D': SUBE OTRO! XFA! XFA! XFA! :'|
ResponderEliminarQue Nick le diga "Just tell me that YOU'LL STAY" & que ella le diga "& if you ask me, I WILL STAY" POR FAVORRRRR! NO LA DEJES AHÍ! :'(
No, ya, en serio, sube otro e.e
porque la dejas ahi!!!! seguila!!!!! que acaso queres que me muera! (bueno literlmente XD) seguila que me desespero por el proximo capi! ,besos
ResponderEliminaratte:agus
le pidira perdon le dira la verdad que se enamoro mm sube pronticoo nenis siii? hehe cuidate bye
ResponderEliminarAWWW PRIS YA ME REVOLVISTES AWW PRISS ENVERIO TE DIGOO YA ME ISE BOLAS YA NO SE CUAL ES CUAL PERO ME ENCANTO AUNQ YA ESTOY ECHA UNA ENREDADERAA NO SHEEP NI COMO COMENSO LA TENDRE Q VOLVER A LEER JUUUM NIMODOS
ResponderEliminarnooooooooooooo aaaaaaaaaaaaaaa por q la dejaste ahi por q sos tan malitaaa bueno no tan mala pero m,e dejaste con la duda y eso ya no lo peudo aguantar porfa podes subir otro capitulo de esta nove q ya quiero saver mas!!!!!!!!y una pregunta a miley la he visto diferente con nauseas y mareoas es sospechoso y necesito saver!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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