“¿Acaso tienes algo adherido a la bombacha?”. Preguntó Nick y su profunda voz le resonó pesadamente en todo el cuerpo, acentuando así el dolor que le crecía entre las piernas.
“En este preciso momento, la odio”. Ella quería que él la tocara, ¡maldición!
“Bien”.
Miley sintió un ligero tirón y, luego, el ruido de la bombacha que se rompía. La lujuria, ardiente y húmeda, le recorrió el cuerpo con una gigantesca oleada. Se le hinchó tanto la concha, que cada movimiento de sus piernas le disparó flechas de calor directamente al corazón.
Nick le separó los rizos con los dedos y le recorrió los brillosos labios. “Tan ardientes, tan húmedos”, murmuró Nick antes de deslizarle un dedo dentro de la ansiosa funda.
El roce de sus dedos a lo largo de las terminaciones nerviosas le sacudió las rodillas. Nick simplemente conocía el ritmo correcto para llevarla al límite, pero no más allá.
“¡Apresúrese!”, susurró ella mientras le subía la temperatura interna.
“Apenas he comenzado”, le susurró Nick contra el clítoris antes de succionarle el congestionado capullo con la boca.
Un grito brotó en su garganta y ella no pudo contenerlo. Sus caderas se sacudieron contra él mientras su cuerpo explotaba como una supernova. Destellos de luz danzaron detrás de sus párpados mientras oleadas de placer la arrasaban una y otra vez. Aun así, Nick no se detuvo. Le lamió los jugos como si fuera un gato lamiendo en un bol de crema.
Su sabor era tan delicioso como él se había imaginado. Le inundó la boca y se deslizó por su lengua como si fuese un vino fino. Los gritos de placer de Miley eran como música para los oídos de Nick y un incentivo a sus ya cargados deseos. Nick deseaba generarle el máximo placer una y otra vez, pero iba perdiendo el control segundo a segundo.
Si él pudiera embestirle la ardiente vaina del cuerpo y encontrar su liberación rápidamente, tal vez simplemente podría sobrevivir sin transformarse. Tal vez.
No importaba. Tenía que tenerla. Mientras le lamía el clítoris por última vez, le mordisqueó y lamió el estómago de abajo hacia arriba, y siguió por los senos hasta que pudo ponerse de pie frente a ella.
“¿No creo que lleve preservativos en su cartera?”, le preguntó Nick: la cordura se reafirmaba momentáneamente. Como era un Hombre felino, no le contagiaría ninguna enfermedad, pero ella no lo sabía.
lo ame lo ame lo ame! kjashdjad chan chan chaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan :3 me encantan tus noves! sube pronto :3
ResponderEliminarwow me quede con la boca abierta! jaja estubo geial , buenisimo, asombroso, impecable, icreible! y ... nose que mas! dios! no la dejes ahi! seguila!!!!
ResponderEliminaratte:agus
hay dios ahora que me doy cuenta de mi comentario anterior parece que me comi las n jaja
ResponderEliminaratte:agus
LIIN DIISSS SIIIS YA SABES Q TU OSITA TE AMA
ResponderEliminarwoooooooow me encantoooo espero el otro bye besos :*
ResponderEliminarwaaaa! otro! otro! otro? jaja
ResponderEliminarel siguiente por favor jaja!
lo espero!
aaah me ha encantado!
aaah amoo tus noves jeje!
espero caps!
chik te kiierooop! =)
kuidathe! =P