Nick no creyó ni por un segundo que Miley hubiera cambiado de opinión y consentido en ir con él. Tenía un plan en mente, sin duda darle un falso sentido de seguridad para que bajara la guardia, robarle el virus y devolverlo a su cliente. Lo cual, por supuesto, era totalmente opuesto a su propia asignación.
Miley no sólo creía que era un ladrón, también pensaba que era estúpido. Cualquier idea que se le hubiese ocurrido en esa maravillosa cabecita no importaba. Mientras lo acompañara sin discutir, podría tratar con lo que sea que ella intentara lanzarle.
Se dirigió hacia los densos bosques, usando la excusa de recolectar más leña para poner alguna distancia entre ambos. Necesitaba hacer una llamada… una que ella no necesitaba escuchar. Tenía que llamar al General Lee.
Como líder de los Moteros Salvajes, el General Grange Lee no era un hombre paciente. Y Nick ya tardaba en presentar su informe. Su celular había estado timbrando incesantemente durante varias horas, pero de ninguna forma podría contestar la llamada con Miley en las cercanías.
Grange contestó al primer timbrazo.
— ¿Qué coño te ha demorado tanto?
—Me topé con un problemita. —Esa era una subestimación ya que era el tipo de problemas que se podría equiparar a un volquete de mierda. Informó a Grange de lo que había pasado en el museo, incluyendo el tiroteo, la huida con Miley y el hecho de que ella era una maldición de su pasado. Le informó además sobre la antigua ocupación de Miley como policía y su trabajo actual como detective privada.
—Jesús, Nick. Se supone que esto era un trabajo de rutina.
—Así lo afirmaste.
— ¿Alguna pista de quién te disparó?
—Ninguna. Mi conjetura es que alguien más desea el virus. ¿Pero quién?
— ¿Es la pregunta del billón de dólares, no es así? Y qué con tu amiga Miley. ¿Podría estar implicada en el asunto del virus de alguna forma? ¿Crees que está sucia?
Nick sonrió.
— ¿Miley? No en esta vida. —Podría haber pasado una década desde que la había visto por última vez, pero no había forma que hubiese cambiando tanto.
—Hiciste lo correcto dadas las circunstancias. No me gusta que ella sepa tanto, por poco que sea. Y asegúrate de no dejarla ir por ahora. No hasta que hagas la entrega. Si está implicada de alguna manera, entonces pondrá en peligro tu misión. Y si no, podría ir corriendo a la policía o a su agencia y cliente con información que no queremos que tengan. Tendrá que quedarse contigo.
—Estoy de acuerdo. —Aunque esto haría que su trabajo fuera mucho más difícil de intentar mientras atravesaban el campo. No imposible, sólo difícil.
—Mantenla contigo, viaja por uno o dos días más. Haz unas paradas aquí y allá de tal forma que ella no sepa con exactitud dónde o cuándo harás la entrega, luego te deshaces de ella. No quiero que logre acercarse de ninguna forma a su cliente o a su agencia hasta que la entrega sea hecha. Y sería genial si pudiéramos enterarnos quién te disparó. Me gustaría saber quién desea ese virus. Haremos lo que podamos desde este punto, también.
—Lo tengo.
—Mantente en contacto. Pega un grito si necesitas respaldo.
—Lo haré. — Nick colgó, buscó algo más de leña y volvió al camping.
Odiaba guardarle secretos a Miley, sobre todo éste.
Le gustaría mostrarle cuánto había cambiado su vida en los diez últimos años, pero le debía su lealtad a Grange y los Moteros. Debía hacer lo que fuera necesario para mantener la integridad del programa y eso implicaba no decirle nada a Miley. Con un suspiro resignado, se abrió paso entre la maleza para llegar al camping. Ella estaba sentada en un tronco cerca del fuego, tiritando.
Noche fría. Nick hizo una nota mental para detenerse al día siguiente por ropa y provisiones. Si iban a ir en moto tendría que configurarla para que ella estuviera más cómoda.
Miley volteó la cabeza mientras él se acercaba al fuego.
—Tardaste mucho. ¿Qué? ¿No le disparaste a un ciervo por mí?
Él sonrió.
—Olvidé mi rifle. Lo siento. Sin embargo, tengo un poco de queso y galletas en mi chaqueta. Eso tendrá que bastar por esta noche.
— ¡Delicioso!
Se sentaron y comieron mientras el fuego aumentaba.
Lamentablemente, el viento también. Y las ligeras ropas de Miley no eran ninguna protección.
—Entremos en la tienda de campaña. Hace más frío aquí fuera.
Miley asintió envolviendo los brazos sobre sí misma.
—Buena idea. Me estoy congelando.
Gatearon lentamente dentro de la diminuta tienda de campaña diseñada sólo para una persona. Lo cual implicaba que estuvieran muy apretados.
Además, sólo había una manta. Nick viajaba ligero. No había esperado alojar a una invitada en su tienda. Aunque claro, Miley no era muy grande.
Se las arreglarían. Estarían apretujados allí como el infierno, pero se manejarían.
Se quitó la chaqueta de cuero, asegurándose de esconder el vial y el móvil fuera del alcance de Miley.
—Ponte esto —dijo, colocándole la chaqueta sobre los hombros.
—Te congelarás —respondió ella.
Nick no podía verle el rostro en la oscuridad. Realmente le gustaba mirarla, porque sus ojos le decían demasiado.
—Estaré bien. Te estás helando. Puedo sentirte temblar.
Miley se puso la chaqueta y Nick le arropó las piernas con la manta. Él se acomodó en el suelo de lona helado de la tienda de campaña, resignado a una noche fría. Había sufrido cosas peores antes.
Una vez que estuvieron ubicados, todo quedó en calma, los sonidos de la noche y el crepitar del fuego eran los únicos ruidos.
Nick escuchó la respiración de Miley, preguntándose si se quedaría dormida rápidamente o si se sentiría incómoda. Ella permaneció inmóvil por mucho tiempo y él creyó que estaba dormida, pero en ese momento Miley soltó un suspiro profundo. Nick espero a que dijera algo, pero no lo hizo.
Sí, hacía frío y el suelo era condenadamente incómodo. No era exactamente un arreglo acogedor para dormir, pero dadas las circunstancias era lo mejor que podía hacer.
Mañana se quedarían en un lugar más caliente, pero esta noche debían quedarse en un lugar remoto y seguro y asegurarse de que nadie los seguía. Nick prefería el aire libre de todos modos, donde podía mantener los oídos alertas, oír coches o pasos, captar otros ruidos y atrapar a quienquiera que pudiera acercárseles con sigilo.
Finalmente, pareció que ella se acomodó. Nick cerró los ojos y mentalmente planeó la ruta que tomaría. Lejos de caminos transitados, ninguna carretera, excepto mañana cuando se detendrían en una tienda de motos para cambiar el tipo de asiento y luego en otro lugar para que Miley consiguiera algo de ropa. Luego iría por caminos vecinales, principalmente porque le gustaba hacer piruetas y disfrutar del paseo. Añadido que no le gustaba viajar por las carreteras y ya que ellos se habían llevado el virus, podría apostar que quien les hubiera disparado estaría acechándolos. Lo cual significaba que los caminos menos transitados serían más seguros.
Se sobresaltó cuando Miley se movió, arrastrándose cerca de él.
— ¿Qué haces? —Preguntó con calma.
—Dame un segundo.
Ella se movió, sorprendentemente, sobre Nick, colocando su cuerpo encima de él y tirando la manta sobre ambos. Inmediatamente, el calor le envolvió.
— ¿Qué haces, Miley? —Preguntó otra vez.
—No tiene sentido que ambos nos congelemos —dijo ella, su voz fue baja cuando lo encaró—. Te han disparado esta noche y necesitas estar caliente.
—Ni siquiera me duele el hombro.
— ¿Ah sí? No seré capaz de dormir sabiendo que sientes frío yo llevo tu chaqueta y la única manta.
—Creo que intentas encontrar el vial. O mi móvil. —O su arma.
—No confías en mí. —Había un dejo de conmoción en su voz.
—Mmm.
—Ni tampoco yo en ti. Sólo intento impedir que te congeles. —Él no la creyó. Y ahora ya no sentía frío. No con sus senos presionando contra su pecho y su pelvis rozándole la entrepierna. De hecho, su polla se estaba calentando malditamente rápido.
—No es una buena idea.
— ¿Te hago daño en el hombro?
—No. Te dije que no me duele en absoluto. Y me siento acalorado.
—Y ahora yo también. Se siente bien, me sofoco.
Si ella seguía meneándose de esa forma sobre él las cosas se harían mucho más ardientes. ¿Deliberadamente intentaba atormentarle? De ser así, funcionaba. Aún pensaba que Miley intentaba abrirse camino hacia el vial y su teléfono celular.
No, eso no le serviría. Los había guardado a salvo de su alcance, tanto que incluso desde su actual posición Miley no podría encontrarlos. Pero maldición, ¿quién podría pensar correctamente cuándo su cuerpo caliente y exuberante se deslizaba sobre el suyo? Ella sería una distracción… y una efectiva. Mierda, eso era algo innegable.
— Miley, estás jugando un juego muy peligroso.
Su visión ya se había adaptado a la oscuridad y la suficiente luz de luna se filtraba por la tienda de campaña para que pudiera ver como ella levantaba una ceja.
— ¿Quién está jugando? Hace frío fuera. Esto es supervivencia básica.
Él sonrió.
—A duras penas estamos en el Ártico.
Ella se encogió de hombros contra él, extendiendo las manos. Buscaba a tientas el vial y él lo sabía jodidamente bien.
—Soy friolera por naturaleza. Necesito calor extra. Es puramente auto conservación. ¿No me negarás eso, verdad?
En ese instante, Nick no le negaría nada. No conseguiría lo que buscaba, pero iba a conseguir algo completamente diferente si seguía con ese juego. Estaba a su merced cuando ella se levantó contra él. Su cabello suave le rozó el rostro, su aliento le acarició el cuello. Deslizó sus brazos alrededor de ella, presionándola contra él para sentir más el contacto de su cuerpo sobre él.
Nick decidió probarla dejando que sus manos vagaran más abajo, ahuecándole las nalgas y amasándolas con gentileza. Miley jadeó y se quedó quieta.
Esperó a que ella rodara lejos ya que sabía que no encontraría el vial o su móvil, pero no quitó las manos de su culo. En cambio, amasó las nalgas, atrayéndola contra su erección, dejándola sentir como lo afectaba.
Se sintió jodidamente impresionado cuando Miley colocó la cabeza sobre su hombro y gimió, meciéndose contra su pene ahora totalmente erecto.
— Nick —suspiró.
nooooooooo la dejes ahi esta es la mejor parte plis subi mas!!!!!!!!!
ResponderEliminaroliis baby me encantonm los capiis byeee y juum dile a tu padre q no te olvide por cuarta ves en la secundaria juuumm grrrr
ResponderEliminarte amoo muack
me encantoooo espero el otro bye besos <3
ResponderEliminaraaaah!
ResponderEliminarsube el siguiente!
sube el siguiente!!!
lo espero!!!!
por favoooooooooooooooooor!!!
jeje
kuidathe girl!
TKM
ahhhh q aran esos 2 pikaros (obio lo se) genial la nove sube prontico cuando puedas y relagate nena jiji cuidate bye
ResponderEliminar