—Todo se rige por el libro, nena. Especialmente los procedimientos gubernamentales. Cuando países extranjeros o jodidos criminales en nuestro propio suelo nos roban y sabemos muy bien quién lo hizo y quién tiene los bienes, si el sistema no funciona a nuestro favor no hay nada que alguien pueda hacer al respecto.
Ella asintió.
—He visto eso con frecuencia.
—Y debido al robo, Grange tuvo una idea genial. No veríamos a los tipos malos ser llevados a los tribunales, pero podríamos asegurarnos malditamente bien de recuperar lo que nos fuera robado. Y no habría una jodida cosa que pudieran hacer contra esto.
Ella sonrió orgullosa.
—Porque ellos lo robaron en primer lugar, así que no podrían denunciar el robo.
—Exacto.
—Tienes razón. Es genial.
—Y la carrera perfecta para un ladrón.
Ella se rió.
—Haces lo que más te gusta y no te metes en problemas por eso.
—Siempre y cuando no seamos atrapados. —Él terminó su soda y le tomó la mano—. Es hora que conozcas a los otros profesionales del oficio.
Estaba sumamente emocionada por esto. Si se parecían en algo a Nick, eso sería interesante.
La guió de regreso al elevador.
—Has visto el área principal en este piso. —Él presionó los botones. Subieron al siguiente nivel y salieron—. Esto se va a volver un poco loco. Prepárate, observa e ignora todo lo que te digan.
—Haces que suene como si entráramos a un zoológico.
Nick resopló.
En cuestión de segundos Miley entendió la razón. Se vio rodeada tan pronto como atravesaron la puerta. Cinco hombres salieron pitando de los cuartos abiertos y descendieron sobre ella. Esto era como una gran invasión de fornida testosterona.
Y creía que Nick era atractivo. Reconoció a Spencer, al que había conocido hacía unos poco minutos. Era el más grande del grupo… otra vez, aunque ninguno de esos tíos era pequeño.
—¿Desde cuándo Grange permite que traigamos mujeres? —Preguntó uno.
—Ajá. No recibí el memo —dijo otro, ladeando la cabeza y echándole un vistazo a Miley.
Se acercaron más, inspeccionándola de la cabeza a los pies.
—¿Lo jurarían, tíos? —Nick puso los ojos en blanco—. Jesús. Parece como si nunca antes hubieran visto una mujer.
—Nunca hemos visto a tu mujer —replicó otro—. ¿Por qué no la presentas?
—Sí. Preséntanos.
Miley cruzó los brazos, sin sentirse en lo más mínimo amenazada. Sabía lo que estaba pasando. La estaban probando, viendo si era temperamental o temerosa, si huía o se escondía detrás de Nick. Pero Nick le daba suficiente espacio para cuidarse a sí misma. Apreciaba que velara por ella, pero sin venir inmediatamente en su ayuda.
No era ninguna mariquita. Había soportado cosas peores en su primer año en la policía. Aunque muchas mujeres eran polis, en muchas comisarías aún dominaba el buen “trabajo de chicos”.
Sobre todo en Dallas, donde se había iniciado.
—Pueden mirar todo lo que quieran, tíos —dijo ella, haciendo contacto visual cuando ellos la rodearon—. Pero si tocan, lo lamentarán.
—Ella ladra —dijo uno detrás de ella.
—¿Pero muerde? —Esto vino de un tipo frente a Miley.
—Lo hago —dijo ella, curvando los labios.
—Tengo algo que puedes morder, nena. —Alguien susurró en su oreja. Miley no sabía quién y francamente, eso no importaba.
—Lo siento, pero reservo todo lo oral para Nick.
Eso los sobresaltó y todos comenzaron a reír.
—Sí, lo hará, Nick.
Él la rodeó con un brazo.
—Chicos, esta es Miley y si aún no lo saben, déjenme aclarárselos. Ella es mía.
Oh, le gustó como sonó eso.
— Miley, éstos son los chicos. El grupo más grande de sabelotodo que jamás conocerás, además de mis mejores amigos. Mis hermanos.
Se puso seria cuando oyó la sinceridad en su voz y estrechó la mano de todos… AJ, que era muy alto pero no tan fornido como Spencer. Su pelo era más oscuro y sus ojos se parecían al cielo antes de una tormenta de verano. Paxton era delgado, llevaba el pelo rubio alborotado y sus rasgos cincelados pertenecían a la portada de una revista. Rick era tranquilo, con ojos oscuros y seductores que combinaban con su cabello negro y poseía la clase de cuerpo que una mujer podría recorrer con las manos durante horas y simplemente perderse en él. Y finalmente, Díaz, con una impactante apariencia morena, dientes blancos perfectos y labios hechos para hacerle cosas malvadas al cuerpo de una mujer. Su sonrisa era devastadora.
Toda esa belleza masculina rodeándola y ella sólo podía pensar en el hombre cuyo brazo se posaba sobre sus hombros, cuyos dedos jugaban con su cabello y cuyo cuerpo se presionaba contra el de ella. Aún así, eso no significaba que no pudiera tomarle el pelo.
—¿Así que, hay un área comunitaria para dormir? —Preguntó ella.
—Oh, no lo harás —dijo Miley, tomándola de la mano—. Te mostraré donde tú y yo dormiremos.
La arrastró presuroso por el pasillo. Ella les agitó la mano a los muchachos sobre el hombro mientras ellos se reían y se alejaban, dirigiéndose a sus propias habitaciones. El cuarto de Nick se encontraba al final del pasillo. Abrió la puerta y dejó entrar a Miley, para luego cerrarla detrás de él.
Era una habitación agradable con una cama matrimonial. Nada extravagante, pero bien conservado. No había nada de diseño de interiores. Sólo la cama, una cómoda, un escritorio y un armario. Nada más.
—Hay cuartos de baño en cada habitación —dijo él, señalando la puerta parcialmente abierta en la esquina de su cuarto. Dormitorios de sobra—. Los chicos se alojan en este lado del pasillo, las chicas en el otro.
—¿Chicas? —Preguntó ella, arqueando una ceja.
—Jessie, sobre todo ya que viene aquí en ocasiones. Confía en mí, nadie trae novias, citas o cualquier mujer aquí. Grange se pondría furioso.
—Me has traído.
—Eres especial —dijo él, su mirada se oscureció con intención.
—Ah. —Ella se apartó para esconderle su sonrisa ante el comentario, estudiando con atención las ventanas dobles. El lindero indicaba que Grange poseía una gran extensión de la propiedad. Los arbustos y tropecientos árboles altos y gruesos poblaban el terreno, proporcionando una buena cubierta a la casa. Vio a AJ salir y dirigirse al garaje. Al poco tiempo oyó el rugir de un motor y se fijó en la moto que avanzaba por el largo sendero. Miley lo miró hasta que desapareció entre los árboles.
Se alejó de la ventana y fue hacia Nick.
—Un interesante grupo de tíos.
—Si tú lo dices.
Miley se sentó sobre el alféizar.
Amo esta novela *-* Y me hubiese gustado ser miley en ese momento y conoser a todods esos hombres :B osjdosdjosjd OkNo yo creo que me hubiese cohibido entre tantos machos sexis sodjsodjs xDD Cuidate Bye c:
ResponderEliminarwooow me super encanto me muero por leer el siguiente seguilaa,besoss
ResponderEliminarME ENCANTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ME EXTRASUPERRECONTRAREMILRERE ENCANTO EL CAPI!!!! SEGUILAAA PORFISSS :) , BESOTES! <3
ResponderEliminarwow me encanto esta increible
ResponderEliminarte quedo estupendo me muero por saber
que pasara en el siguiente capitulo
espero el siguiente pronto que esta interesante
n ebsito cuidate :D