—Es que hoy es mí…— iba a decir “mi
cumpleaños”. ¿Qué podía importarle un comino eso a él? Pensó y cambió la
frase—. Es que hoy estaré ocupada, temo olvidarlo yo también.
—¿Qué sucede hoy?— preguntó intrigado—.
Usted acaba de decir que hoy es su… ¿su qué?
—Nada importante señor Jonas— mintió
sonrojándose un poco.
—¡Vamos Miley, está mintiendo!—le sonrió de
manera pícara.
—Mi cumpleaños— dijo elevando el sonrojo a
rojo fuego—. Y con mi hermana, para estas fechas, acostumbramos salir a cenar u
organizar algo. Ya que había contado una parte, que mal hacia soltar todo el
paquete, ¿no? Mientras ella cavilaba en ello, él ya había saltado del sillón y
estaba junto a ella. Sin pensar, la tomó de los hombros y la hizo poner de pie.
—Feliz cumpleaños señorita Miley— la
estrechó entre sus brazos, percibiendo que debajo de toda esa ropa recta había
una cintura y también impregnando su olfato con una sutil fragancia
vainillada—. ¿Por qué no me lo ha dicho antes?
—No me pareció importante— se sinceró.
—Se ha equivocado entonces. Debería haberme
pedido el día libre— eso de ninguna manera lo había dicho con sinceridad. ¿Nick
Jonas sin su secretaria un día hábil? ¡Já! ¡Ni hablar! Pasado el momento, y
cuando Nick la soltó para volver a su sitio, los dos estaban un poco
perturbados.
Ella: porque ese abrazo se había parecido
bastante a sus ilusiones. ¿Cuántas veces ella había soñado con escenas
semejantes?
Y la respuesta a esa pregunta era, tantas
veces, cómo noches caben en tres años. Y él, estaba aturdido porque desde esa
mañana que no había podido quitarse la imagen de los labios de Miley de la
cabeza…
¡Si
hasta cuando veían la presentación del comercial de los lápices labiales creía
estar viendo la boca de ella maquillada en ese color borgoña tan seductor! Y
ahora, sospechaba que ya no volvería a oler vainilla y serle indiferente.
¿Mierda, qué me está sucediendo? ¿Cómo
puedo estar volviéndome loco por la mujer más horrorosamente vestida que he
visto en mi vida? ¡Además ni siquiera es rubia!
—Señor Jonas… ¿Se encuentra usted bien?
Nick había estado revolviendo su cabello
nerviosamente. Había caminado hasta su sillón, se había sentado, se había
vuelto a poner de pie y luego vuelto a tomar asiento y echado una ojeada a su
reloj. Todo murmurando cosas ininteligibles.
—Miley— dijo él apoyando sus manos sobre la
mesa y no respondiendo a la pregunta que ella le había formulado—. Por favor,
telefonee a la señorita Evans y hágale saber que la recogeré en veinte minutos
—¿A la señorita Evans? ¡Pero si usted me ha
hecho cancelar ese almuerzo!— exclamó confundida.
—¡He cambiado de opinión!— se puso de pie y
se acercó a la puerta de la sala de conferencias—. ¡En veinte minutos!— volvió
a recordarle antes de desaparecer tras la abertura.
Miley
regresó a su cubículo totalmente confundida y con una sensación de angustia en
la garganta que la ahogaba. Era una sensación que se le había tornado familiar
y que la atenazaba cada vez que se veía obligada a hacer lo que estaba haciendo
ahora, y eso era, concretar una cita romántica para Nick.
Marcó
el número telefónico de la señorita Evans, quien no dudo en aceptar nuevamente
la invitación, aún cuando pocas horas antes se había mostrado bastante molesta
y disconforme con la anulación de la cita.
Después
de hablar al restaurante para volver a reservar la mesa del señor Jonas y su
acompañante, recogió su bolso y salió de su oficina. Necesitaba tomar un poco
de aire, además ya era la hora del receso.
Miley,
cómo cada día, sólo demoró quince minutos en tomar un almuerzo ligero en la
cafetería que quedaba justo en la esquina de su trabajo. Pero hoy era su
cumpleaños y tenía ganas de hacer algo especial, así que se alejó algunas
cuadras mirando las vidrieras de los negocios de ropa. Algo que no hacía desde
hacía bastante tiempo… Le gustaban las blusas osadas que exhibían los
maniquíes. Prendas ajustadas, con breteles finitos o grandes escotes.
Se
deleitó contemplando un vestido corto y muy sexy. Con la espalda descubierta y
en color azul hielo, su color favorito.
Adoraba la ropa de moda y bonita, sólo que a ella esa ropa no le sentaba
bien, o al menos de eso estaba convencida.
Desde que había cumplido veinte años ella había empezado a enfundarse en
prendas holgadas y largas. Se le había metido en la cabeza, que de esa manera
lograba ocultar su poco agraciado cuerpo.
Se había cansado de mirarse al espejo tantas veces y comprobar que sus
medidas eran tan diferentes a las de las modelos, que eso terminó por
acomplejarla y no tuvo mejor idea que esconderse bajo una apariencia totalmente
distinta a lo que en su interior era.
Miley cada noche, en sus más secretos
anhelos era una mujer bella, sin complejos, sensual…, audaz... Capaz de seducir
al hombre de sus sueños, de llevarlo a la cama y hacerlo gritar de placer.
Durante el día, era sólo una sombra que no
se animaba a ser ella en realidad…
aaaw no la dejes ahi que me encanto el capis me muero por saber que pasar después con nick y miley.Besoos
ResponderEliminarQUE SE COMPRE LE VESTIDO!!!!!! JAJAJA ME ENCANTARON LOS CAPI! ESTUVERON GENIALES COMO SIEMPRE , SEGUILA !!! , ESPERO EL PROXIMO CAPI PRONTO , BESOTESSS
ResponderEliminarJajaja deberia comprarse el vestido jajaja ame encanta esta nove, oajla nick entienda que no slo las rubias son lindas ehh jaja o q miley use peluca okno jajajaj publica pronto :D
ResponderEliminarWow! no había leido esta serie pero wow si que me gustó, y mucho C: Uuuuugh bueno... Miley se parece al patito feo (Solo en esta novela) Cree que es diferente, pero si busca a los suyos, se dará cuenta que es una hermosa mujer, capaz de conquistar a Nick!
ResponderEliminarWow muero por verlos juntos. Muero por el proximo capitulo ! :D
OMG hermosis ya me puse al corrient me encanto y esta nove encerio encerio me pico se comprara el vestido para la gala ¿ ojala sube pronto siii cuidate
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