Un segundo más tarde, la puerta se abrió. Nick se encontró mirándose en los ojos verdes más hermosos que había visto nunca. Dio un paso atrás, convencido de que se había equivocado de puerta. Entonces, se dio cuenta de que estaba mirando a Miley. Ella se había quitado las gafas y se había soltado el cabello. Los rizos oscuros se le enroscaban alrededor del cuello. Su rostro, que antes había presentado un aspecto pálido y tenso, presentaba un ligero rubor y los labios estaban maquillados con un seductor carmín de color rojo.
Nick se aclaró la garganta.
—Debes venir a sentarte. Vamos a despegar.
Ella sonrió, mirándolo con los ojos ligeramente entornados.
—Gracias —murmuró.
Nick se hizo a un lado para que ella pudiera pasar. Entonces, la siguió por el pasillo del avión. Sin poder evitarlo, se fijó en su trasero. La tela de la falda se le ceñía a las curvas como si se tratara de una segunda piel. Miley se sentó, recogió su bandeja y se puso el cinturón de seguridad.
—¿Te encuentras mejor?
—Sí —respondió ella tranquilamente—. Mucho mejor.
—¿Qué estabas haciendo ahí dentro?
—Ah… meditando. Es estupendo para aliviar el estrés.
Nick no podía creer el cambio que se había producido en ella. Parecía haber dominado sus nervios de tal manera que él se preguntó si se habría tomado un par de tranquilizantes mientras estaba en el cuarto de baño. Sin embargo, cuando el avión entró en la pista y comenzó a tomar velocidad, vio que ella se tensaba, prueba evidente de que su tranquila apariencia era sólo superficial.
Nick extendió la mano y agarró la de ella, entrelazando los dedos.
—Mírame —dijo. Ella se giró e hizo lo que él le había pedido—. No apartes los ojos de los míos y escucha mi voz. No hay nada que temer. Yo he tomado este vuelo cientos de veces y sigo con vida.
—Tú… Tienes unos ojos preciosos —murmuró ella—. Y unas pestañas muy largas.
—Yo estaba pensando lo mismo sobre ti —replicó él—. Y tu boca es…
—¿Qué?
—Bueno, muy… Incita a besarla.
—¿De verdad?
—Sí. De verdad.
Cuando notó que el avión alcanzaba la velocidad máxima, extendió las manos y le tomó el rostro entre ellas. Entonces, se inclinó hacia delante y la besó suavemente. Acarició con la lengua los dulces labios hasta que ella suspiró y los entreabrió.
A medida que avanzaban por la pista, el beso se hizo más intenso. Nick comenzó a explorar los dulces rincones de la boca de Miley, bebiéndose su sabor. Trató de acercarla un poco más a él, pero el cinturón se lo impidió. Deseaba más, de un modo casi desesperado. La sensación que estaba experimentando al notar que el avión abandonaba el suelo se añadía a la adrenalina que se le había disparado.
Los motores rugieron, apagando así el rugido de su propio pulso en la cabeza. Un pequeño gemido se escapó de los labios de Miley, pero el beso no se interrumpió. Nick sabía que, seguramente, estaban provocando una escena, pero no le importó. El instinto se había apoderado de él y le impedía detenerse.
Un sonido anunció que ya se podían quitar los cinturones de seguridad y los sobresaltó a ambos. Se separaron y Miley se acomodó de nuevo en su asiento, con los labios húmedos y vibrándole por lo que habían experimentado.
—¿Qué ha sido eso? —preguntó.
—Si tienes que preguntar, supongo que no lo he hecho demasiado bien —respondió él.
—No. Yo… me refería a ese sonido.
Nick indicó el panel que tenían por encima de las cabezas.
—Se ha apagado la señal del cinturón de seguridad —dijo—. Ahora, podemos levantarnos y andar por la cabina si queremos.
—En ese caso, volveré enseguida —anunció Miley. Volvió a agarrar su bolso y se desabrochó el cinturón.
Nick se puso de pie y salió al pasillo. Entonces, decidió sentarse en el asiento de ventanilla que ella acababa de dejar. Unos instantes después, la azafata regresó para traerles de nuevo las bebidas que les había retirado antes de despegar. También puso un plato de queso y fruta sobre la mesa de Miley.
—Anotaré lo que desee usted tomar para cenar dentro de unos minutos, señor —le dijo.
Nick tomó una uva y se la metió en la boca. Masticó lentamente mientras pensaba en todo lo que había ocurrido desde que se montó en aquel avión. Jamás se había dejado llevar por encuentros sexuales anónimos, pero nunca antes había conocido una mujer como Miley Cyrus. Cuando la besó, su intención había sido al principio la de distraerla. En el instante en el que ella entreabrió los labios, todo cambió para él.
Ni podía negar la atracción que había entre ellos ni podía ignorarla. Sólo sentía curiosidad por lo que ocurriría si se dejaba llevar. Se adentraba en un territorio peligroso, la clase de situación que la mayoría de los hombres encontraban muy excitante, pero que jamás habían experimentado en la vida real.
Últimamente, Nick había tratado de tener más cuidado con su vida sexual. Se había cansado de ver su vida social en las páginas de todas las revistas de Hollywood. Aunque a su publicista le encantaba, él sentía una profunda frustración por el hecho de que su vida personal se hubiera convertido en mejor entretenimiento que sus películas.
Si fuera un hombre inteligente, se levantaría y se cambiaría de asiento. Si se dejaba llevar, estaba seguro de que todo aparecería en la prensa pocos días después. Aunque a la mayoría de sus otras novias les encantaba verse en las revistas, no estaba seguro de que Miley sintiera lo mismo.
Cuando la besó, no había esperado que ella le devolviera el beso con tal entusiasmo ni tampoco había podido predecir su propia reacción. ¡Era una locura! Había tomado la decisión de tratar de encontrar algo de verdad en su vida y allí estaba, considerando una superficial aventura sexual en un avión.
Abrió los ojos y se levantó. Se dirigió hacia el cuarto de baño y llamó suavemente a la puerta. Aquella vez, cuando Miley abrió, él la reconoció inmediatamente. Nick miró a ambos lados y entró en el minúsculo aseo y cerró la puerta a sus espaldas.
El espacio en el que se encontraban era tan pequeño que casi no había espacio para que los dos pudieran estar de pie. El cuerpo de Nick se presionaba contra el de ella, por lo que se vio obligado a agarrarla por la cintura para mantener el equilibrio.
—Sobre lo que ha ocurrido —murmuró—, yo… yo sólo estaba intentando distraerte. No quería… —añadió, tragando saliva—. Yo no quería disfrutar… tanto. ¿Te ha gustado a ti?
—Sí —respondió ella, observándole atentamente. Le miró rápidamente la boca y luego volvió a mirarle de nuevo a los ojos.
Nick sabía lo que tenía que hacer, lo que ella quería que él hiciera, y le resultó imposible resistirse. Sin pensárselo dos veces, volvió a besarla. Aquella vez, no fue para distraerla. Aquella vez, sus pensamientos estaban centrados por completo en las sensaciones que le producía la dulce boca que tenía bajo la suya.
Nick había besado a muchas mujeres, pero jamás había sido así. Había una cierta sensación de prohibido en lo que estaban haciendo. Resultaba algo peligroso y convertía el sencillo acto de un beso en algo mucho más intenso. Sintió que ella le enredaba los dedos en el cabello y se le escapó un gruñido cuando la estrechó contra su cuerpo.
Tal vez se tratara precisamente de eso. Si los dos hubieran estado de pie junto a la puerta de la casa de ella, aquel beso no tendría nada de especial. Sin embargo, el hecho de pensar en lo que podría ocurrir entre ellos a continuación, convertía la situación en algo mucho más excitante de lo que realmente era. Todo tenía sentido, pero, al mismo tiempo, Nick no quería creerlo. Tal vez simplemente había encontrado una mujer en la que pudiera confiar, al menos durante las próximas seis horas.
Se apartó de ella y le retiró el cabello del rostro.
—Deberíamos regresar a nuestros asientos —dijo él—. Alguien va a tener que utilizar pronto este cuarto de baño.
Ella no habló. Simplemente asintió. Agarró el bolso y salió por la puerta. Cuando Nick regresó a su asiento, vio que ella tenía centrada su atención en un libro que tenía sobre el regazo. Observó cómo pasaba una página y notó que le temblaba ligeramente la mano. Extendió la suya y deslizó un dedo sobre la suave piel de la muñeca de Miley. Entonces, ella se volvió para mirarlo.
—Más tarde —prometió él.
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Bueno aquí les dejo el capi espero les guste,, y Lucia con respecto a la nove primera que estaba por subir se me perdió mi cuaderno donde lo tenia y no pude continuarla y con la otra mmm no me gusto mucho y por eso no la seguí.. y con respecto que alguien me pregunto si me podía decir PRY esta ben no hay problema... jajajaajja un beso!!
aaaaaaaaaaahhh!!! me fascinado
ResponderEliminarjaja ya kiiero el siguiente!
chik por cierto grax por pasarte por mi blog!
jeje el tuyo a mi me enkanta
tus noves son asombrosas :)
aaaaaaaa
ResponderEliminarme encantooooo
esta genial!!
=D
amoooooooooooooooooooooooooo esta nove
ResponderEliminarespero subas pronto.
sorry por no haber comentado los otros capis.
sube... prontoooo... jeje plis... :P
ResponderEliminaraaaa!!
ResponderEliminarsuper super
amee el capiiii
me encaantoo
espero pronto el
siguientee