domingo, 6 de mayo de 2012

"Die Frau hinter der Maske" Cap 23





Entonces Nick  cerró los ojos y dejó que su mente vagara por la mujer enmascarada, intentando compararla con los rostros y cuerpos de las mujeres que conocía.  Intentó asociar la voz, las cosas que ella había dicho, el perfume vainillado, el sonido de su risa. Los ojos, la boca…, la inteligencia… Las sensaciones que ella era capaz de despertar en él… Todo eso sólo coincidía con una mujer…
Casi llora de alegría… 
¡Tiene que ser ella! ¡La tuve siempre delante de mí! ¿Cómo diablos pude ser tan ciego?, se reprendió.
—Miley
Nick quería correr a buscarla y había estado a punto de hacerlo. Había tomado las llaves de su auto y ya estaba junto a la puerta de salida de su residencia, pero entonces pensó en frío. Si Miley es la mujer del baile de máscaras, ¿porque me negó que la conociera?  ¿Será que a  ella yo no le intereso?... Aunque también dijo que temía decepcionarme… Su secretaria lo conocía mejor que nadie y sabía de cada uno de sus amoríos y la manera de actuar de él después. Era lógico que  ella se negara a revelarle su identidad y exponerse a ser tratada de la misma manera… Recapacitó mientras volvía al sofá.  Por otro lado, suponía que ella no lo tendría en muy alta estima sabiéndolo un mujeriego descarado… Además, y suponiendo que sí había encontrado a la mujer de la fiesta, ¿qué haría? ¿Proponerle matrimonio? Eso no era algo que Nick Jonas pudiese decidir así cómo así. ¿Ser capaz de serle fiel a una mujer? ¿Permanecer el resto de su vida sólo con una? ¿No volver a tocar a ninguna modelito infartante? Aunque también se encontró dándose cuenta que las modelitos ya no le resultaban apetecibles, pero Miley si… Tendría que manejarse con cuidado, paso a paso, decidió. No iría a buscarla ahora, esperaría a mañana y observaría a su secretaria. La compararía con la mujer del antifaz hasta asegurarse de que era ella y después, porque por hoy ya era demasiado, decidiría que hacer con ella.
 Esa mañana, Nick Jonas desde que ingresó a Jonas Publisher, no hizo más que mirar a su secretaria. Clavó sus ojos en ella mientras recorría el pasillo hasta su oficina y fue testigo del momento exacto en el que ella se percataba de su presencia y se dedicaba a mirarlo disimuladamente y Miley, acostumbrada a su indiferencia, no había notado que era observada por ese par de ojos Marrones que tanto la atormentaban en sus sueños más secretos.
—Buenos días Miley— le dijo él con un tono sensual que jamás había usado con ella y que inmediatamente envió a la mujer una ola de excitación a lo largo de su cuerpo hasta la punta de los dedos de sus pies.
—Buenos días señor Jonas— respondió ella intentando ocultar las mejillas que sintió, se le habían encendido al recordar la llamada telefónica del día anterior.
Miley todavía no había podido creer que ella se hubiese comportado de manera tan osada, ni que hubiese compartido un momento tan increíblemente extraño con Nick, tan íntimo.
—¿Cómo se encuentra esta mañana Miley? ¿Ha tenido una buena noche? 
Nick no había podido reprimir las ganas de soltar ese pequeño dardo. La respuesta fue un incendio en el rostro de su secretaria, que él agradeció al cielo con una secreta sonrisa. Cada una de esas pequeñas señales le confirmaba cada vez más que no se había equivocado, que era ella…
—Si —tragó saliva, las palabras de repente se le habían atascado en la garganta—. Una buena noche— no fue capaz de decir más.
Él decidió no seguir torturándola. Le daría un respiro, pero sólo por unos muy escasos minutos…
—Voy a necesitar que realice una tarea Miley—señaló despreocupadamente mesando su cabello corto—. La espero en mi oficina en cinco minutos y si quiere, puede traer café para los dos.
—Eh… ¿En su oficina?— preguntó nerviosa. Prefería mantenerse alejada, no fuese que su cuerpo traicionero se lanzara sobre él cuando menos lo esperaba… ¡Si ahora mismo empezaban a despertarse cada uno de sus sentidos ante su impresionante presencia!
—Si Miley, en mi oficina…, justo aquí—señaló la puerta junto a la suya— reclinó su torso sobre el escritorio acercándose bastante a ella—. Después de todo, me parece que su sueño debe haberse visto perturbado— le sonrió de manera pícara—, porque la noto bastante…, eh, no se…— simuló pensar—, ¿distraída?
—No, claro que no señor Jonas— se irguió en su silla aparentando tranquilidad y ocultó las manos sobre la falda. Le temblaban terriblemente y no quería que su jefe lo notara.
—Debo estar equivocado entonces— se alzó de hombros—. La espero en cinco minutos y por favor no se demore.
—¿Desea que le pase el parte de los llamados de la mañana?— dijo en un intento desesperado de recuperar la compostura.
—¿Algo importante?— él no podría haberse mostrado menos interesado aunque lo hubiese intentado con todas sus fuerzas, claro que tampoco lo había hecho, así que era más que obvio que Miley podía guardarse la lista para más tarde.
—Los de la ropa deportiva han dicho que están muy satisfechos con las ideas que usted les propuso para la campaña publicitaria y que le dan luz verde para desarrollarlas a todas.

—Es una buena noticia, ¿algo más? 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

SI TE GUSTO MI CAPI ME DEJAS UN LINDO COMENTARIO!!! GRACIAS... BESITOS♥♥ VUELVE PRONTITO!!!♥