sábado, 7 de abril de 2012

"Die Frau hinter der Maske" Cap 20







—No se que es lo que ha cambiado, pero le sienta bien— agregó—. ¿Bajó de peso, no?
—Si, es eso Señor Jonas, sólo eso.
Para que gastar palabras explicándole a un hombre, que no había notado que tenía una apariencia completamente nueva desde los pies a la cabeza, que lo que había cambiado en ella era todo: peinado, ropa, maquillaje… Y sobre todo, su espíritu.
—Bueno, estaré en mi oficina. ¿Podría traerme un café por favor Miley?— dijo volviendo a mirar la boca de ella. 
A Nick Jonas le estaba gustando mucho esa boca.
—En un minuto.

Cuando Miley llevó el café a su jefe, se encontró con la quinta sorpresa de la mañana: Él revisaba frenético su celular y comprobaba que el teléfono de línea tuviese tono.
—¿Está segura Miley que nadie ha llamado?— preguntó por décima vez. Ya había interrogado a la secretaria un par de veces anteriormente a través del intercomunicador.
—Sólo las comunicaciones que le informé hace dos minutos.
—¿Funcionarán bien las líneas? Digo…, me parece extraño, porque ya me tendría que haber llamado. ¿Por qué se demorará tanto? ¿Acaso habrá perdido mi tarjeta? No recuerdo si la guardó en su bolso— reflexionaba en voz alta.
— ¿Desea que yo le responda alguna de todas esas preguntas señor Jonas? Porque a decir verdad, no tengo idea acerca de qué me está hablando. Si usted me explicara…
—Siéntese Miley— la invitó señalando un sillón ejecutivo. Se sinceraría con ella, tal vez podría ayudarlo. Miley siempre lo hacía—. ¿Usted asistió al baile del sábado?
Miley asintió. Tampoco iba a mentirle diciéndole que no.
—Pero sólo me quedé un momento.
—Bueno, ¿Acaso vio usted a la hermosa mujer de vestido azul hielo que estaba conmigo?
—Puede ser, pero había mucha gente allí esa noche, no la recuerdo con total nitidez.
—¿Usted no sabe entonces quien puede ser ella?
—Me temo que no… ¿Pero por qué quiere saberlo?— preguntó intrigada y sintiendo el corazón a punto de estallar.
—Miley, no lo entiendo ni yo. Pero quiero saber quién es ella.
—¿Acaso le ha robado algo que necesita hallarla con tanta urgencia?— Preguntó Miley, porque no sabía que más decir.
—Creo que la cordura. ¡Esa mujer me ha robado la cordura!— murmuró casi enfadado—. ¡Olvídelo Miley! Por favor regrese a su  trabajo, no quiero importunarla y hacerle perder el tiempo. ¡Sólo olvídelo!
Como si fuera así de sencillo.
Sexta sorpresa: Nick Jonas estaba obsesionado con la mujer del antifaz, ¡además la había creído hermosa! 
¡Miley podría haber brincado de dicha! Aunque después se encontró pensando que, ¿de qué le servía que él quisiera encontrar a la mujer del vestido azul hielo? ¿Qué haría al enterarse que era ella?  La despreciaría, llegó a la conclusión. Porque cuando Nick Jonas estaba frente a Miley no la miraba con la intensidad con la que había mirado a la mujer del antifaz, y eso a ella la mataba.
Demi que Miley no estaba en la cabeza del señor Jonas y no podía siquiera sospechar la batalla que allí se desataba. Cuando Nick se quedó solo en su despacho, volvió a reflexionar acerca de sus últimos días. Algo le había estado pasando y había empezado con el baile de máscaras… No, a decir verdad, había comenzado a mitad de semana en su oficina, se corrigió. En el baile de máscaras le había sucedido lo más extraño de todo al conocer a la mujer misteriosa y después no había podido olvidarla en todo el fin de semana. Había pensado en ella día y noche, la había recordado, recreado en su mente cada segundo pasado a su lado. El sabor y la suavidad de su piel, su manera de tocarlo, de hacer el amor. Sus gemidos, su aliento, su perfume… No había podido desterrarla de su cabeza, se estaba obsesionando y lo sabía. Se sentía desesperado de no poder encontrarla, de no saber siquiera, dónde buscarla. Nunca, jamás en sus treinta y cinco años había sentido algo así por ninguna de las mujeres con las que había estado… Aunque a su pesar, tenía que reconocer, que desde el miércoles anterior y ahora esa mañana, había habido otra mujer con la que su cuerpo había reaccionado de manera similar: enloquecido, desenfrenado, casi irracional. Y esa mujer era su secretaria Miley. Se había sentido nervioso junto a ella, el corazón le había saltado en el pecho y se había excitado como un adolescente con sólo mirarla. Puede que antes Miley no hubiese sido la mujer más hermosa del mundo, pero esa mañana estaba distinta…, preciosa. Y aún así, todos esos últimos días se había vuelto loco por ella.
 La obsesión de Nick no menguó en los siguientes diez días ni un poquito. Esperaba el llamado de la mujer del antifaz con tantas ansias que en cualquier momento enloquecería, y si no enloquecía él, al menos sí lo haría Miley, que a cada rato era asaltada por las preguntas de su jefe.  Él la llamaba a su oficina un millar de veces al día y a veces sin ningún motivo aparente. Le preguntaba lo mismo de siempre y otras veces le pedía que redactara algunas cartas. Cosa que ella antes siempre había hecho de maravilla en su cubículo, pero ahora él insistía con que quería chequearlas. Miley un par de veces lo había descubierto observándola y ella lo atribuía a que simplemente le llamaba la atención su aspecto totalmente renovado, ya que ahora el efecto era más contundente con las gafas nuevas. No podía pensar que hubiese algún otro motivo.
Nick seguía trastornado con la mujer de la fiesta y aquí la otra sorpresa: y Miley ya había perdido la cuenta por qué número iba, así que simplemente ya no las enumeraba sino que decía otra sorpresa y ya. 
 ¡Nick Jonas no había salido con ninguna otra mujer desde el baile de máscaras! Y Miley se devanaba los sesos pensando si eso tendría alguna importancia realmente o no. No quería hacer ningún movimiento arriesgado y después tener que arrepentirse. Meditó durante cada día y cada noche acerca de si debía llamarlo o no, y así habían pasado diez días. Había levantado el auricular muchas veces y había vuelto a colgar otras tantas…
Y de esa manera se encontraba ahora, en su cuarto y con el tubo del teléfono en la mano… ¡Lo llamaría!, decidió. Al menos, para que él tuviese el placer de dejarla, tal vez sólo era esa la necesidad que el sentía. El poder que le otorgaba decirle él, adiós a una mujer.
—Hola— se oyó la voz masculina del otro lado del auricular.
—¿Nick?


11 comentarios:

  1. me encantooo !!!!! porfis no seas mala y sube otro !!!! y seria aun mejor si haces una maratoon hace tiempo que no subes capis !!!! besos <3

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  2. meee encantoo seguilaa porfa!!!!!!

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  3. Wooow me encanto esta increible
    te quedo estupendo me fascino muy lindo
    siguela pronto plesaseeee siii
    un besito cuidate :D

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  4. QQQQ solo uno es muy pocoooo :'( sube mass pleaseeee cuidate hermosis.

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  5. Super amazing girl!!
    and by the way!
    IM BACK!! jaja
    girl! te he extrañado tanto y a todas las demas sisters =)
    pero yap jajaja se acabo la espera
    espero jeje
    kuidathe! TKM

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  6. AAWWWWW MW WNCANTO LO ESPERE TANTO TIEMPO POR FAVOR ME EMCANTA ESTA NOVE NO DEJES DE SUBIR POR FA !!
    GRACIAS POR TODO AMO TUS NOVELAS
    PORFA SUBE RAPIDO !! :)

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  7. AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!! ME ENCANTO EL CAPIII!!!! ESTUVO INCREIBLE!! PORFAVORRR SGUILAAAAA!!! JAJA , BESOTESSS

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  8. Hola me llamano, Carina y quiero decirte que soy critica de blogs y me gustaría meter a tu blog en esto de la critica, no se si tu quieras, te espero por mi blog al igual que tu respuesta :)

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    1. Hola Carina.. me gustaria ser parte de los glog de criticas... muchas gracias por pasarte por aquí...

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