—No se que es lo que ha cambiado, pero le
sienta bien— agregó—. ¿Bajó de peso, no?
—Si, es eso Señor Jonas, sólo eso.
Para que gastar palabras explicándole a un
hombre, que no había notado que tenía una apariencia completamente nueva desde
los pies a la cabeza, que lo que había cambiado en ella era todo: peinado,
ropa, maquillaje… Y sobre todo, su espíritu.
—Bueno, estaré en mi oficina. ¿Podría
traerme un café por favor Miley?— dijo volviendo a mirar la boca de ella.
A Nick Jonas le estaba gustando mucho esa
boca.
—En un minuto.
Cuando Miley llevó el café a su jefe, se
encontró con la quinta sorpresa de la mañana: Él revisaba frenético su celular
y comprobaba que el teléfono de línea tuviese tono.
—¿Está segura Miley que nadie ha llamado?—
preguntó por décima vez. Ya había interrogado a la secretaria un par de veces
anteriormente a través del intercomunicador.
—Sólo las comunicaciones que le informé
hace dos minutos.
—¿Funcionarán bien las líneas? Digo…, me
parece extraño, porque ya me tendría que haber llamado. ¿Por qué se demorará
tanto? ¿Acaso habrá perdido mi tarjeta? No recuerdo si la guardó en su bolso—
reflexionaba en voz alta.
— ¿Desea que yo le responda alguna de todas
esas preguntas señor Jonas? Porque a decir verdad, no tengo idea acerca de qué
me está hablando. Si usted me explicara…
—Siéntese Miley— la invitó señalando un
sillón ejecutivo. Se sinceraría con ella, tal vez podría ayudarlo. Miley
siempre lo hacía—. ¿Usted asistió al baile del sábado?
Miley asintió. Tampoco iba a mentirle
diciéndole que no.
—Pero sólo me quedé un momento.
—Bueno, ¿Acaso vio usted a la hermosa mujer
de vestido azul hielo que estaba conmigo?
—Puede ser, pero había mucha gente allí esa
noche, no la recuerdo con total nitidez.
—¿Usted no sabe entonces quien puede ser
ella?
—Me temo que no… ¿Pero por qué quiere
saberlo?— preguntó intrigada y sintiendo el corazón a punto de estallar.
—Miley, no lo entiendo ni yo. Pero quiero
saber quién es ella.
—¿Acaso le ha robado algo que necesita
hallarla con tanta urgencia?— Preguntó Miley, porque no sabía que más decir.
—Creo que la cordura. ¡Esa mujer me ha
robado la cordura!— murmuró casi enfadado—. ¡Olvídelo Miley! Por favor regrese
a su trabajo, no quiero importunarla y
hacerle perder el tiempo. ¡Sólo olvídelo!
Como si fuera así de sencillo.
Sexta sorpresa: Nick Jonas estaba
obsesionado con la mujer del antifaz, ¡además la había creído hermosa!
¡Miley podría haber brincado de dicha!
Aunque después se encontró pensando que, ¿de qué le servía que él quisiera
encontrar a la mujer del vestido azul hielo? ¿Qué haría al enterarse que era
ella? La despreciaría, llegó a la
conclusión. Porque cuando Nick Jonas estaba frente a Miley no la miraba con la
intensidad con la que había mirado a la mujer del antifaz, y eso a ella la
mataba.
Demi que Miley no estaba en la cabeza del
señor Jonas y no podía siquiera sospechar la batalla que allí se desataba. Cuando
Nick se quedó solo en su despacho, volvió a reflexionar acerca de sus últimos
días. Algo le había estado pasando y había empezado con el baile de máscaras…
No, a decir verdad, había comenzado a mitad de semana en su oficina, se
corrigió. En el baile de máscaras le había sucedido lo más extraño de todo al
conocer a la mujer misteriosa y después no había podido olvidarla en todo el
fin de semana. Había pensado en ella día y noche, la había recordado, recreado
en su mente cada segundo pasado a su lado. El sabor y la suavidad de su piel,
su manera de tocarlo, de hacer el amor. Sus gemidos, su aliento, su perfume… No
había podido desterrarla de su cabeza, se estaba obsesionando y lo sabía. Se
sentía desesperado de no poder encontrarla, de no saber siquiera, dónde
buscarla. Nunca, jamás en sus treinta y cinco años había sentido algo así por
ninguna de las mujeres con las que había estado… Aunque a su pesar, tenía que
reconocer, que desde el miércoles anterior y ahora esa mañana, había habido
otra mujer con la que su cuerpo había reaccionado de manera similar:
enloquecido, desenfrenado, casi irracional. Y esa mujer era su secretaria Miley.
Se había sentido nervioso junto a ella, el corazón le había saltado en el pecho
y se había excitado como un adolescente con sólo mirarla. Puede que antes Miley
no hubiese sido la mujer más hermosa del mundo, pero esa mañana estaba
distinta…, preciosa. Y aún así, todos esos últimos días se había vuelto loco
por ella.
La
obsesión de Nick no menguó en los siguientes diez días ni un poquito. Esperaba
el llamado de la mujer del antifaz con tantas ansias que en cualquier momento
enloquecería, y si no enloquecía él, al menos sí lo haría Miley, que a cada
rato era asaltada por las preguntas de su jefe.
Él la llamaba a su oficina un millar de veces al día y a veces sin
ningún motivo aparente. Le preguntaba lo mismo de siempre y otras veces le
pedía que redactara algunas cartas. Cosa que ella antes siempre había hecho de
maravilla en su cubículo, pero ahora él insistía con que quería chequearlas. Miley
un par de veces lo había descubierto observándola y ella lo atribuía a que
simplemente le llamaba la atención su aspecto totalmente renovado, ya que ahora
el efecto era más contundente con las gafas nuevas. No podía pensar que hubiese
algún otro motivo.
Nick seguía trastornado con la mujer de la
fiesta y aquí la otra sorpresa: y Miley ya había perdido la cuenta por qué
número iba, así que simplemente ya no las enumeraba sino que decía otra
sorpresa y ya.
¡Nick
Jonas no había salido con ninguna otra mujer desde el baile de máscaras! Y Miley
se devanaba los sesos pensando si eso tendría alguna importancia realmente o
no. No quería hacer ningún movimiento arriesgado y después tener que
arrepentirse. Meditó durante cada día y cada noche acerca de si debía llamarlo
o no, y así habían pasado diez días. Había levantado el auricular muchas veces
y había vuelto a colgar otras tantas…
Y de esa manera se encontraba ahora, en su
cuarto y con el tubo del teléfono en la mano… ¡Lo llamaría!, decidió. Al menos,
para que él tuviese el placer de dejarla, tal vez sólo era esa la necesidad que
el sentía. El poder que le otorgaba decirle él, adiós a una mujer.
—Hola— se oyó la voz masculina del otro
lado del auricular.
—¿Nick?
OMJJJJJJJJJJ. SÍGUELASÍGUELASÍGUELA. *-*
ResponderEliminarme encantooo !!!!! porfis no seas mala y sube otro !!!! y seria aun mejor si haces una maratoon hace tiempo que no subes capis !!!! besos <3
ResponderEliminarme encanto ----
ResponderEliminarsiguela porfa...
meee encantoo seguilaa porfa!!!!!!
ResponderEliminarWooow me encanto esta increible
ResponderEliminarte quedo estupendo me fascino muy lindo
siguela pronto plesaseeee siii
un besito cuidate :D
QQQQ solo uno es muy pocoooo :'( sube mass pleaseeee cuidate hermosis.
ResponderEliminarSuper amazing girl!!
ResponderEliminarand by the way!
IM BACK!! jaja
girl! te he extrañado tanto y a todas las demas sisters =)
pero yap jajaja se acabo la espera
espero jeje
kuidathe! TKM
AAWWWWW MW WNCANTO LO ESPERE TANTO TIEMPO POR FAVOR ME EMCANTA ESTA NOVE NO DEJES DE SUBIR POR FA !!
ResponderEliminarGRACIAS POR TODO AMO TUS NOVELAS
PORFA SUBE RAPIDO !! :)
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!! ME ENCANTO EL CAPIII!!!! ESTUVO INCREIBLE!! PORFAVORRR SGUILAAAAA!!! JAJA , BESOTESSS
ResponderEliminarHola me llamano, Carina y quiero decirte que soy critica de blogs y me gustaría meter a tu blog en esto de la critica, no se si tu quieras, te espero por mi blog al igual que tu respuesta :)
ResponderEliminarHola Carina.. me gustaria ser parte de los glog de criticas... muchas gracias por pasarte por aquí...
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