—No quieres seguir conversando porque sabes
que lo que digo es sólo la verdad— volvió a tomar asiento resignada—. Creo que
yo también me iré a la cama. Estoy muy cansada.
—¿Por qué te quedaste levantada a
esperarme?—jugueteaba con el antifaz que tenía entre las manos.
—Me quedé organizando tu nuevo
guardarropas— sonrió de lado—. Quería darte una sorpresa… ¡Pero veo que tú te
llevas el premio mayor en originalidad!
Las hermanas volvieron a mirarse a los ojos
y se sonrieron con ternura. Demi se puso de pie y arrastró a Miley hasta la
habitación.
Lo hecho, hecho estaba. ¿Para qué seguir
lamentándolo?
—¡Disfruta de tu nueva colección!— le dijo
abriendo la puerta del clóset y descubriendo ante los ojos de Miley las prendas
más bonitas, aquellas con las que ella se había imaginado una y otra vez—. Esta
es la parte que faltaba de mi regalo de cumpleaños para ti.
—Demi… ¿Cómo…? ¿De dónde has sacado el
dinero para todo esto?— señaló con su mano el colorido vestuario.
—Digamos que vengo ahorrando desde hace
bastante tiempo esperando este momento— sus ojos brillaban de entusiasmo.
—¿No lo has hecho? ¿O si
Demi asintió.
—Con el tiempo iremos comprando más, pero
creo que con este surtido podrás arreglártelas bastante bien durante un tiempo.
Ve a dormir Miley, mañana puedes probarte todo— la besó en la frente y salió
del cuarto.
Miley no esperó hasta que saliera el sol
para descubrir que había dentro del armario. Sacó las perchas y se deleitó
probándose cada cosa. Blusas ajustadas y de hermosos colores, pantalones de
tela de jean, y otros más formales. Nada de elastizados y cinturas altas. Éstos
eran de corte bajo, justo debajo del ombligo y de la talla adecuada, que le
modelaban el trasero y las bien torneadas piernas. Trajecitos con chaquetas
entalladas, camisas seductoras, faldas varios centímetros sobre la rodilla. ¡Y
la ropa interior!, diminuta y llena de encajes. ¡Se veía atractiva hasta con la
ropa deportiva! Demi había hecho un trabajo formidable en la elección. No se
había equivocado ni en el talle ni en los modelos. ¡Todo era maravilloso y de
un gusto excelente! Seductor y sexy a la vez que elegante. Cuando el
agotamiento le ganó la batalla, Miley se fue a dormir completamente
deslumbrada. Las luces del día habían empezado a asomar cuando ella cerró los
ojos con la cabeza apoyada en la almohada. Y durmió durante todo el domingo, lo
que no le dio demasiado tiempo para pensar realmente en cómo miraría otra vez a
Nick Jonas a la cara sin sonrojarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
SI TE GUSTO MI CAPI ME DEJAS UN LINDO COMENTARIO!!! GRACIAS... BESITOS♥♥ VUELVE PRONTITO!!!♥