sábado, 16 de julio de 2011

"Torridas Fantasías" Cap 27




—Me sentaré entre ellas.
Nick descubrió que tratar de desviar el interés que su madre sentía por Miley le resultaba mucho más difícil de lo que había esperado. Insistió en que Miley se sentara junto a ella. Para no hacer una escena, Nick cedió. Estaba claro que su madre quería evaluar plenamente a Miley tan pronto como le fuera posible.
A los pocos minutos, Nick tomó a Miley por la mano y la hizo levantarse.
—Vamos. Voy a comprarte la gorra que te había prometido. ¿Os puedo traer algo? ¿Cacahuetes? ¿Otra cerveza? Miley y yo vamos de compras.
Denisse soltó una carcajada.
— ¡Vaya! Pues eso sí que es un cambio a mejor. A Nick no le gustaba nada ir de compras.
—Vamos a comprar una gorra de béisbol, mamá, no paños de cocina. Volveremos enseguida.
Condujo a Miley hacia la salida. Cuando llegaron a la galería, la agarró por la cintura y lo besó larga y profundamente.
—Lo siento —dijo—. Lo siento. Jamás pensé que se comportaría de este modo.
— ¿De qué modo? Tu madre es muy agradable.
— ¿Agradable? Pero si te está interrogando y eso que el partido acaba de comenzar. Estoy seguro de que ya está planeando una reunión familiar que te incluya a ti. Estoy seguro de que invitará a todo el mundo.
— ¿Es que lo ha hecho ya antes? —preguntó Miley, riendo—. ¿Tiene a tus antiguas novias enterradas en el jardín trasero?
—No. Jamás he llevado a una chica a casa. Por eso se está comportando así.
—Pero supongo que les habrás presentado a alguna chica.
—Desde el instituto, no. Y ésas eran sólo amigas.
Miley lo miró con incredulidad.
— ¿Y te extraña que tu madre esté tan interesada en hablar conmigo? Probablemente había pensado que eras gay.
Nick frunció el ceño. Comprendió que Miley tenía razón.
—Vaya… Ahora todo encaja… No es que a mis padres eso les suponga ningún problema, pero… Además, la razón por la que jamás he llevado a ninguna chica a mi casa es porque las mujeres con las que he estado últimamente no hubieran podido apreciar Rockaway Beach.
— ¿Y crees que yo sí?
Nick se encogió de hombros.
—Bueno, sabía que a ti no te importaría. Eres la persona menos pretenciosa que he conocido. Eres divertida, dulce… Quería que mis padres supieran que podía encontrar a alguien que les gustara. Siento haberte puesto en esta situación. No quería hacerlo, pero sabía que tú no sacarías ninguna conclusión equivocada de esto. Es sólo un partido de béisbol.
Miley se puso de puntillas para darle un beso.
—No te preocupes. Puedo soportar a tu madre. Te olvidas de que vivo con Katy Perry. Ella está loca de atar y he conseguido mantenerla a raya. Tu madre es una aficionada comparada con mi madrina. Espera a que Katy te eche mano a ti —comentó, entre carcajadas—. Te atará a una silla, te pondrá una luz brillante delante de los ojos y te pedirá que hagas recuento de todas las mujeres con las que te has acostado. Además, te advierto que le encantan los detalles jugosos.
Nick sonrió. Tenía muchas ganas de encontrarse con Katy cara a cara. Quería decirle lo maravillosa que era su ahijada, lo mucho que le gustaba y lo agradecido que le estaba a ella por no haber tomado ese vuelo.
—Creo que yo también podré controlar a Katy. He hablado con ella por teléfono en varias ocasiones y no me parece tan mala.
—Sí, pero entonces aún no te habías acostado conmigo.
—Ella fue la que organizó todo esto —dijo Nick—. Si no hubiera sido por ella, no habríamos estado juntos en ese avión.
—Tendremos que encontrar un modo de darle las gracias —comentó Miley —. Tal vez debería comprarle un dedo de espuma de esos que venden en la tienda de recuerdos del club…

 

— ¡Miley! ¡Miley! ¿Dónde estás?
Miley levantó la vista de la pantalla del ordenador al escuchar que Nick la llamaba.
—Estoy aquí, en el despacho.
Él había ido a la ciudad a una agencia de viajes local a recoger su billete de avión. Miley se había pasado la mañana tratando de revisar el tercer capítulo de su novela. Esperaba que el trabajo la ayudara a olvidar el hecho de que él se iba a marchar al día siguiente. Siempre había sabido que aquel momento terminaría por llegar. Los dos parecían estar preparándose para despedirse comportándose como si fuera algo normal, que no les afectara lo más mínimo.
Miley se mordió el labio inferior y trató de contener las lágrimas. Los últimos cinco días habían sido los más excitantes y los más románticos de su vida. Todas las fantasías que había imaginado se habían hecho realidad y, en aquellos momentos, estaba a punto de terminar.
— ¿Qué estás haciendo?
—Trabajando —replicó ella, forzando una sonrisa—. ¿Has conseguido tu billete?
Nick asintió. Cruzó la sala y colocó las manos sobre la silla. Le dio un rápido beso.
—Ya está todo organizado. Tengo que estar en el aeropuerto a las seis de la mañana. ¿En qué estás trabajando?
Miley trató de cerrar el documento, pero Nick se lo impidió.
—Es sólo un libro —explicó ella.
— ¿Más consejos de Destiny St. Hope?
—No. Es una novela.
— ¿Puedo leerla?
—No. No está terminada.
— ¿Crees que sería una buena película?
—No lo sé —respondió ella—. Creo que es divertida. Trata sobre una niña de Hollywood y la familia tan poco corriente con la que vive.
— ¿Es una comedia? Yo jamás he dirigido una comedia. Cuando hayas terminado, ¿me permitirás que la lea?
Miley asintió. Ya se habían hecho muchas promesas para el futuro. Una más no supondría ninguna diferencia. Además, podría ser muy agradable tener su opinión. Miley respetaba su gusto.
—Lo haré.
—Bien. Ahora, vamos. He traído el almuerzo. ¿Por qué no comemos y luego nos pasamos el resto de la tarde en la piscina?
Nick la agarró por la cintura y comenzó a caminar detrás de ella mientras los dos se dirigían a la cocina. Cuando llegaron allí, Miley vio las bolsas de comida y… una copia recién comprada de Cómo seducir a un hombre en diez minutos.
— ¿Qué es esto?
—Me lo he comprado. Se me ha ocurrido que me lo podrías firmar. Necesitaba algo para leer en el avión.
— ¡No! —Gritó Miley —. No puedes leer esto en el avión.
— ¿Y por qué no?
—Porque podría darte ideas. No quiero que termines en el cuarto de baño con una pasajera.
—Ah, veo que el monstruo de los celos comienza a levantar su fea cabeza —bromeó él. Le pellizcó suavemente la nariz y se dispuso a sacar la comida de las bolsas—. Yo te gusto, ¿verdad?
—Me he divertido mucho estos días, y siento mucho que vaya a terminarse.
Tomó uno de los recipientes. Vio que era ensalada de patata. Sólo tenía que hacer la pregunta, pero se juró que ella no iba a ser la primera que la realizara. Sin embargo, necesitaba saber la respuesta.
—Podríamos hacer planes para volvernos a ver —murmuro. Pronunció aquellas palabras antes de que pudiera contenerse.
Nick le quitó la ensalada de patata de la mano y la abrió. Entonces, se la volvió a entregar con un tenedor de plástico.
—Yo estaba pensando en lo mismo. Voy a estar en Los Ángeles aproximadamente una semana, pero podría regresar aquí cuando haya terminado.
—Yo no voy a estar aquí. Me marcho a Florida a finales de la semana que viene para iniciar la gira de promoción de mi libro. Después, me marcho a Texas. Volveré a estar aquí dentro de tres semanas, pero sólo durante unos días. Nos podríamos ver entonces.
—Está bien. Dentro de tres semanas. Voy a regresar dentro de tres semanas.
Miley asintió. Tras organizar algo para volver a verse, el dolor que se le había acomodado en el corazón desapareció por completo. Tres semanas no era un periodo de tiempo demasiado largo. Podía esperar.
—Además, podremos hablar por teléfono —dijo Nick—. Yo tengo tu teléfono móvil, así que no se me olvidará.
—Sí. Hablaremos por teléfono.                                  
—Muy bien. Me alegro de que ya nos hayamos ocupado de este punto. Ahora, voy a ponerme unos pantalones cortos para que podamos comer al lado de la piscina.
Miley asintió y observó cómo él se iba corriendo hacia la casa de la piscina. Durante los últimos días, había tratado de memorizar pequeños detalles sobre lo que más le gustaba de él. El color exacto de sus ojos, el hoyuelo que se le formaba en la mejilla izquierda, el modo en el que los labios esbozaban una sonrisa. Había estudiado su cuerpo cuando se movía y sus manos cuando hablaba. Había tanto que asimilar, tantas cosas que le gustaban de él…


5 comentarios:

  1. ke lindoo capi !!!!!
    espero el otro bye besos <3

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  2. ooww sis me encaantho el capii geneal como siempre corrazonxiin byeee
    te quierooooo

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  3. No quiero que llegue el día de la despedida. Espero que no se olviden

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  4. hauu!! ya m puse triste no quiero q se termine su linda relación... pobre Miley.. espero q se reconcilien un beso y síguela pronto.... ;) un beso

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  5. aaaayy! me encantooo... k lindos jeje pero k tite k se tengan k separar, no se pork creo k esas tres semanas van a dar problemas ¬¬ jaja xD
    espero el siguiente chik! k la nove me encanta! kuidathe te kiiierop! :)

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